Monte Taranaki: ¡La cumbre perfecta para los amantes de la montaña!

Conocido como la montaña perfecta, la subida al Mt Taranaki es uno de esos tracks que no se pueden dejar pasar en Nueva Zelanda.

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Explora la asombrosa majestuosidad del Monte Taranaki: Un tesoro natural en las proximidades de New Plymouth, en la vibrante Isla Norte. Su ubicación destacada en el mapa no pasará desapercibida, ya que se alza solitario y deslumbra con su forma circular perfecta, visible incluso desde el espacio.

Monte Taranaki
Monte Taranaki: Un paraíso inigualable para los apasionados de la montaña

Embárcate en una aventura épica hacia la cima del imponente Monte Taranaki: un volcán inactivo de 2.518 metros de altura que recompensa a los valientes con vistas impresionantes. Advertencia: ¡Conquistar su cima no es tarea fácil ni sencilla!

Descubre el icónico Monte Taranaki, una montaña que despierta admiración. La ascensión a esta maravilla natural es una experiencia imprescindible en Nueva Zelanda, un sendero que no puedes perderte.

La conquista de la cumbre del Monte Taranaki es un desafío que depende en gran medida de tu estado físico y las condiciones climáticas. Por lo general, el recorrido lleva alrededor de 8 a 10 horas. Personalmente, logré completarlo en 9 horas, pero me quedé a solo 200 metros de alcanzar la cima debido a las adversas condiciones de nieve, ya que no contaba con el equipo necesario.

Descubre la proximidad del Monte Taranaki a New Plymouth, en la Isla Norte. No te será difícil ubicarlo en el mapa, ya que destaca como el único monte solitario que forma un círculo perfecto visible desde el espacio.

La mejor época para alcanzar la cima del Monte Taranaki sin equipamiento es en Enero, Febrero y Marzo. El resto del año lo más probable es que este nevado y sea más peligroso o complicado. En mi caso lo hice en Noviembre.

Comienzo de la ruta del Monte Taranaki

Antes de embarcarte en la ascensión, es recomendable visitar el centro de visitantes ubicado en el punto de partida de los senderos del Monte Taranaki. Allí, podrás obtener información vital sobre los riesgos asociados y consultar las previsiones meteorológicas para el día. No olvides consultar la pizarra informativa en la entrada, donde encontrarás detalles sobre hasta qué punto es seguro ascender sin equipamiento adicional.

Con el fin de emprender esta ruta, opté por iniciarla temprano en la mañana. Así que me desperté a las 6:30 en New Plymouth, disfruté de un sustancioso desayuno y me dirigí en automóvil hacia el centro de visitantes ubicado en North Egmont (a una altitud de 946 metros).

Llegué alrededor de las 8:00 a.m. y mi primera parada fue en la oficina de información. Allí me informé sobre las condiciones meteorológicas del día, ya que el cielo estaba cubierto de nubes y desde el estacionamiento solo podía ver una densa niebla que envolvía toda la zona.

Recibí información en la oficina de que la ruta era viable hasta los 2.300 metros de altitud, ya que la presencia de nieve hacía impracticable seguir sin el equipo adecuado. Me aseguraron que el clima mejoraría a medida que avanzara la mañana. Decidí adquirir un mapa detallado de la zona (Topo50 map Mt Taranaki por 9$) y así emprendí mi camino.

Opté por ascender por la ruta más corta pero también la más empinada. Es fácil de seguir, solo tienes que estar atento a las indicaciones que señalan «SUMMIT TRACK». Comienza con un amplio sendero de grava, con una pendiente pronunciada que ayuda a calentar las piernas, pero se puede llevar bien. No te perderás en el camino.

Después de aproximadamente 45 minutos de caminata, el sendero cambia drásticamente y se vuelve «asfaltado» para permitir el acceso de vehículos del parque. Una vez comienzas a subir, comprendes por qué. La inclinación es extrema y sientes que estás casi escalando. Esta parte del camino resultó bastante exigente para mí. Luego, regresamos a la superficie de grava y llegamos a Tahurangi Lodge (altitud: 1492 m). Es un albergue privado donde se puede pernoctar antes de continuar con la ascensión hacia la cumbre.

El trayecto hasta la cabaña abarca una distancia de 4 kilómetros y tiene una duración estimada de 1,5 a 2 horas.

Existe una opción alternativa a este camino, que es más larga y cuenta con una sección de 1,5 kilómetros de escaleras. Personalmente, decidí tomar esta ruta durante el descenso, y debo admitir que se hizo interminable, aunque la pendiente es mucho más suave. Si prefieres subir por esta ruta, debes elegir el sendero «Holly hut track» desde el centro de visitantes y seguir las indicaciones que te llevarán hasta Tahurangi Lodge.

LA SUBIDA
La verdadera diversión del track comienza desde la cabaña. Aquí, te esperan 2,3 kilómetros emocionantes para superar un desnivel de casi 1.000 metros. La duración estimada para alcanzar la cumbre es de aproximadamente 3-4 horas. Personalmente, me tomó 3 horas llegar hasta la nieve, a una altitud de 2.300 metros.

La primera parte del recorrido está notablemente bien acondicionada con escaleras, lo cual resulta de gran ayuda al atravesar el Valle Hongi. Aunque no deja de ser exigente, se agradece contar con estas escaleras. Aunque el tramo es considerablemente largo, definitivamente es preferible a subir por la escoria volcánica.

Una vez que terminan las escaleras, comienza la parte más desafiante del camino: la escoria. Sin duda, esta es la sección más agotadora del track. La escoria consiste en pequeñas rocas de lava suelta que dificultan enormemente el ascenso. Cada paso que das implica retroceder medio paso, y en muchas ocasiones, la pendiente pronunciada te obliga a apoyar las manos para poder avanzar. Recuerdo que me llevó más de una hora subir esta sección, y durante todo ese tiempo no tomé ni una sola foto, solo tenía en mente llegar a las rocas.

LAS ROCAS
Indudablemente, la sección de la escoria puede afectar tu moral, pero al llegar a las rocas descubrirás si estás en la forma física adecuada para esta aventura.

Imaginemos la situación: llevamos más de 3 horas ascendiendo, dejamos atrás las nubes hace tiempo y el sol de Nueva Zelanda nos golpea con intensidad, aunque el viento equilibra la temperatura y la sudadera sigue siendo necesaria. Experimentamos una extraña sensación de calor y frío al mismo tiempo. Además, pensamos que después de todo lo que hemos superado, escalar unas cuantas rocas no será tan duro… pero nos equivocamos.

Una de las dificultades del Monte Taranaki es que, cuando las nubes permiten ver la cumbre, da la impresión de que no está tan lejos, pero en realidad lo está. Una vez que alcanzas la zona de rocas y empiezas a ascender, cada paso y salto se vuelven arduos y parece interminable. Además, los hitos no están claramente marcados, lo que hace fácil perder el camino designado. No debe ser nada sencillo orientarse en esta montaña en condiciones climáticas adversas.

Mientras ascendía por la sección rocosa, me pasó por la cabeza en varias ocasiones rendirme y no llegar hasta los 2.300 metros, el límite establecido. No sabía si tendría más oportunidades para realizar esta ruta, pero al final, encontré fuerzas donde parecía no haberlas y logré alcanzar mi objetivo. Y sinceramente, la recompensa de las vistas panorámicas hizo que todo el esfuerzo valiera la pena.

Una vez en la cumbre, dediqué al menos 30 minutos a descansar y tomar fotografías. Surgieron dudas sobre si intentar cruzar la nieve para llegar a la verdadera cumbre, pero esta se encontraba extremadamente compacta y la caída era demasiado pronunciada como para arriesgar algo. Decidí no correr ningún riesgo innecesario.

LA BAJADA
Alcanzar la cumbre no fue ni sencillo ni rápido, pero descender tampoco será un paseo por el parque. Me tomó aproximadamente 3,5 horas regresar al estacionamiento desde la cima.

Hay que tener mucho cuidado al bajar de nuevo por las rocas, algunas de ellas están sueltas o son muy altas y nos obligan a descender semi-escalando. Lo mejor es no tener prisa y no forzar las rodillas, el camino es largo.

La bajada por la escoria resulta más divertida, pero es importante no confiarse. Nosotros decidimos deslizarnos como si estuviéramos esquiando, lo cual fue emocionante y nos permitió descender rápidamente, aunque en ocasiones también tuvimos pequeñas caídas.

CONCLUSIÓN
Si te encuentras en un excelente estado físico, tienes confianza en tus habilidades como montañista y el clima es favorable… ¡adelante, no te arrepentirás!

Si tienes dudas antes de emprender la ascensión, tal vez sea mejor explorar alguna de las otras rutas circundantes y deleitarte con las vistas panorámicas del Monte Taranaki, que sin duda es impresionante y merece la pena visitar.

QUE LLEVAR EN LA MOCHILA
Es fundamental asegurarse de llevar suficiente agua, especialmente en días calurosos. Nunca está de más tener un suministro adecuado de agua para garantizar una experiencia cómoda y segura en la montaña.

En relación a la vestimenta, es imprescindible llevar prendas adecuadas para enfrentar cualquier tipo de condiciones climáticas, ya que el clima en el monte Taranaki puede cambiar rápidamente. En mi caso, comencé la caminata con pantalones largos y luego, al llegar al Lodge, cambie a pantalones cortos para el resto del día. Sin embargo, es obligatorio llevar una chaqueta y pantalones impermeables para protegerse de la lluvia. Además, es recomendable llevar algo de ropa abrigada, guantes y botas de montaña para mantenerse cómodo y protegido durante la travesía.

Gafas de sol.

Crema solar de factor muy alto.

Comida y barritas energéticas.

Es altamente recomendable llevar un pequeño botiquín en tu equipo, ya que es común encontrarse con situaciones en las que puedes resbalar o sufrir rozaduras durante la caminata. Nunca está de más contar con algunos suministros básicos como vendas, tiritas, antiséptico y analgésicos para hacer frente a cualquier eventualidad y asegurar tu bienestar durante la aventura.

Mapa y brújula.

Aquí tienes disponible el enlace para descargar el folleto oficial que contiene toda la información necesaria sobre el monte Taranaki. Podrás acceder a él en formato digital y está disponible en inglés. Es una herramienta útil para planificar y preparar tu visita, proporcionándote detalles esenciales sobre las rutas, condiciones climáticas y recomendaciones de seguridad.

Espero no haberte desalentado con esta descripción, pero es importante tener en cuenta que esta ruta no será fácil. Sin embargo, no quiero que pierdas la motivación, ¡todo lo contrario! Quiero animarte a que te enfrentes a este desafío y te prepares para superarlo.

Si decides embarcarte en esta aventura o si tienes más dudas, estaré encantado de responder a todos tus comentarios y brindarte la información que necesites. ¡No dudes en preguntar!

Si quieres ver mi experiencia completa en imágenes aquí tenéis mi galería de imágenes de Taranaki.


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